La motivación en la enseñanza On-Line

De todos es sabido que el aprendizaje on-line requiere, entre otras cosas , que el Alumno tenga muy claro el objetivo que le plantean los impartidores y los objetivos que él mismo se plantea, que el auténtico motor de su progreso es él mismo, más si cabe con respecto a la formación presencial, y que ésto obliga rigor, autodisciplina y participación activa para la construcción del conocimiento entre todos los integrantes del curso. Sólo los principios antes comentados apuntan a que la motivación es un elemento fundamental, sobre todo para posibilitar la construcción del conocimiento. Factores que pueden minar esta motivación son: Falta de dedicación derivada en la acumulación de retraso en las diferentes actividades propuestas, lo que provoca que se forme una bola inmasticable que te invite a tirar la toalla. Problemas personales que te mermen la autoestima o el entusiasmo por la consecución de los objetivos Tutorización del trabajo insuficiente o mal enfocada. Los dos primeros factores dependen de la autodisciplina y de lo que la vida le depare a uno y la actitud frente a los problemas, por tanto puede haber factores externos que influyan negativamente ante los que tu no puedas hacer demasiado. EL tercero es responsabilidad exclusiva de los organizadores de los cursos y requiere por parte del tutor de una gran vocación, dinamismo y profesionalidad. Este es un factor evaluable fundamental para mantener un proceso permanente de mejora de la calidad. Dada la imprtancia del factor motivación es muy importante que todo el colectivo participante en el curso cree estímulos motivadores y de esta forma se asegure una de las apasionantes ventajas de este tipo de aprendizajes: LA CONSTRUCCIÓN COLECTIVA DEL CONOCIMIENTO. Esto si que es un ejercicio altamente gratificante.

La Pedagogía y La Santa Inquisición. Todo suma.

Atendiendo a la evolución de la enseñanza en el Siglo XX, parece evidente que la evolución de las diferentes teorías pedagógicas va de la mano con la evolución de la naturaleza del docente y del alumno.

Esto nos revela que la teoría conductista es representativa de la enseñanza tradicional donde el docente era un instructor y el alumno un mero oyente cuyo aprendizaje se basaba en la repetición continua del contenido a aprender. Supongo que es cuando se ponen de moda recitar las tablas de multiplicar, lo Reyes Godos y el lema de “La letra con sangre entra”.

El siguiente estadio, el de Maestro y Estudiante, donde uno explica y el otro entiende, es el momento en el que el cognitivismo empieza a encontrar su justificación, seguramente porque la naturaleza del conocimiento que se imparte en la Escuela empieza a ser más compleja, es decir, va más allá de aprender a leer y las cuatro reglas aritméticas. Es aquí cuando el aprendizaje necesita transformarse en un proceso mental para asimilar el conocimiento.

El constructivismo en mi opinión surge como la generalización del método que los autodidactas estudiosos, los sabios del Renacimiento y de todos los tiempos aplican para adquirir toda su sabiduría. Ellos eran los dueños de su progreso, elegían sus propios materiales e incluso intercambiaban opiniones entre colegas y llegaban a interaccionar hasta con la Santa Inquisición, cuyo sólido criterio hacía que revisaran sus conclusiones y se retractaran, !Qué gran labor de tutorízación la de la Iglesia!

A partir de aquí la incorporación de las nuevas tecnologías evoluciona y potencia el constructivismo.
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Obsérvese que las teorías no se van substituyendo sino que se suman al proceso de aprendizaje adaptándose a los distintos tipos de conocimiento y a la evolución de los sistemas educativos.y de los contenidos que se van integrando en los mismos.